El presidente boliviano, Evo Morales, criticó este sábado nuevamente al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, y a 30 exmandatarios de América Latina y España que apoyan la agresión imperial contra Venezuela.
Esta semana Morales aseguró que si la OEA continúa al servicio del imperio estadounidense, Bolivia valorará su salida de ese organismo e invitó a los gobiernos de la región a no ser instrumento del intervencionismo de Estados Unidos en América Latina.
«Si la OEA sigue siendo instrumento del imperio y no de los pueblos he pensado en retirarnos de ella», afirmó el mandatario en su cuenta en la red social Twitter.
Por otra parte, comparó a Luis Almagro con el conquistador español Diego de Almagro (1475-1538).
«30 expresidentes apoyan al Almagro de la dominación y no a pueblos en liberación», escribió hoy en su cuenta de Twitter: @evoespueblo en referencia al respaldo a su posición intervencionista en la crisis económica que atraviesa Venezuela como parte de una estrategia diseñada por Estados Unidos.
Según el matutino venezolano ‘El Universal’, una treintena de exmandatarios de 14 países de América Latina y España, agrupados en la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA), expresaron su respaldo pleno a Almagro.
Manifestaron también que tienen «la esperanza de que la reunión del próximo 23 de junio del Consejo Permanente de la OEA sirva para comenzar a reinstaurar el orden democrático en Venezuela».
El pasado jueves, el pueblo venezolano, que defiende sus conquistas, recibió un apoyo histórico en la 46 Asamblea General de la OEA, celebrada en Santo Domingo, República Dominicana, contra los planteamientos intervencionistas del secretario general de ese organismo regional.
A fines de mayo, Almagro activó la Carta Democrática Interamericana para Venezuela, al considerar la existencia de elementos que indicaban se estaba produciendo una afectación del «orden democrático», lo cual fue rechazado enérgicamente por el Gobierno y pueblo de ese país.
Analistas políticos consideran que de prosperar el embate de Almagro contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro, sería una nueva vuelta de tuerca en la estrategia de rollback (dominio y vuelta atrás) diseñada por la «comunidad de inteligencia» de Estados Unidos contra los gobiernos progresistas de la región.