La tragedia del pueblo Wayúu llegó a la Organización de Estados Americanos (OEA). Se trata del caso de los cinco mil niños que han muerto de hambre en La Guajira, en el extremo norte de Colombia, a causa de la miseria y el abandono que sufre.
El 6 de febrero de este año, el representante legal de la Asociación de Autoridades Tradicionales Indígenas Wayúu Shipia Wayúu, Javier Rojas Uriana, junto a otros cinco acompañantes de esa etnia, pidieron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dictar medidas cautelares urgentes que le permitan recuperar el uso del único río que poseen para detener la mortandad infantil.
Asimismo, se pidió al organismo interamericano ordenar la apertura inmediata de las compuertas que restringen el paso del agua del río Ranchería, que es acumulada en la represa El Cercado.
El río Ranchería, el único de la región, fue represado para beneficiar el servicio de la industria agrícola y la explotación de la mina de carbón El Cerrejón, una de las más grandes a cielo abierto en el mundo.
Además de no tener agua, esta comunidad indígena carece de alimentos y de servicios básicos como electricidad, acueducto, salud y educación.
La razón de que esta etnia viva en esas condiciones se debe a que los más de mil millones de dólares que ha recibido en regalías en los últimos 20 años por la extracción de sus recursos naturales (carbón y gas), han sido robados por la corrupción de la administración pública.
Los voceros Wayúu Armando Valbuena y Javier Rojas Uriana también denunciaron que el dinero que destina el gobierno colombiano para La Guajira no llega a los indígenas.
Un ejemplo de esto, son los más de 15 millones de dólares que se invierten anualmente en el Programa de Alimentación y Nutrición (PAN), los cuales son robados por las redes de corrupción. Sin embargo, este programa social es utilizado para recoger votos en campañas políticas.
CIFRAS IMPRECISAS
Más de 37 mil niños indígenas sufren de desnutrición en La Guajira y unos cinco mil han muerto de inanición, sin embargo la autoridad tradicional Wayúu, Armando Valbuena, asegura que esta última cifra se acerca a los 14 mil.
Además, el gobierno colombiano carece de cifras reales debido a que más de la mitad de los niños que han muerto de inanición no son inscritos en el registro civil al nacer y sus fallecimientos tampoco son reportados. Esto a causa de que La Guajira no cuenta con el control y la presencia estatal.