Unos 18 reclusos brasileños del Complejo Penitenciario de Pedrinhas de la ciudad de Sao Luis, capital del estado amazónico de Maranhao (norte), murieron en un motín que se inició este martes, tras una rebelión de 30 horas que protagonizaron los presos del penal.
Según las primeras informaciones emitidas por las autoridades del estado de Maranhao, los fallecidos fueron víctimas de ajustes de cuentas entre bandas rivales de dos de las seis unidades que integran el complejo penitenciario.
Quince de las víctimas estaban recluidas en el Presidio Sao Luis, en donde se encuentran los reclusos de alta peligrosidad, y las otras tres eran internos de la Penitenciaría de Pedrinhas. Ambas cárceles pertenecen al complejo.
En la Penitenciaría de Pedrinhas algunos presos tienen derecho al régimen semiabierto, según informaron voceros de la Secretaría de Seguridad Pública de Maranhao.
Las autoridades informaron que durante la rebelión, los presos mantuvieron como rehenes a seis guardias, uno de estos resultó herido de gravedad tras el motín.
Para enfrentar la situación, la gobernadora del estado, Roseana Sarney, solicitó la intervención del ministro de Justicia, Luiz Paulo Barreto, quien reforzó la seguridad del complejo con miembros de la Fuerza Nacional de Seguridad.
Los presos sublevados sólo aceptaron la mediación del pastor evangélico Marcos Pereira y del juez Marcelo Lobao. Tras la intervención de ambos, los reclusos en rebelión liberaron en la mañana de este martes a dos de sus rehenes, y posteriormente, en horas de la tarde, a los otros cuatro.
«Durante las negociaciones, los detenidos solicitaron la dimisión del director. También exigieron que las visitas íntimas ocurran en las celdas, lo que es imposible», informó por su parte, el secretario de Seguridad del estado, Aluisio Guimaraes.
«La Policía Militar retomó el control de la cárcel y regresó la calma», agregó Guimaraes.
Los presos sublevados, cuyo objetivo inicial fue huir, pretensión frustrada por la Fuerza Pública, exigieron la separación de internos que pertenecen a grupos rivales, la aceleración de los procesos judiciales y mejorías en la alimentación.
El Complejo Penitenciario de Pedrinhas es el mayor de Maranhao y está integrado por seis unidades con capacidad para unos dos mil presos, sin embargo, las instalaciones albergan a cerca de cuatro mil reclusos, según han admitido las autoridades del gobierno regional.