En política mentir es grave, no solo porque la mentira, siendo contraria a la verdad, entraña en lo mas profundo de sí una conducta perversa, el mentiroso es un ser de doble faz. Así como también, como dice el dicho popular, “la mentira tiene patas cortas”, la mentira al no poder sostenerse por largo tiempo deja al descubierto a quién miente. Lo desnuda, y al desnudarlo éste muestra todos sus atributos. El mentir es una conducta reprochable desde el punto de vista ético y moral. Al revisar el proceso político venezolano, de finales de la centuria pasada, se encuentra con el “malestar de la política”, del cual nos habló Rigoberto Lanz, para graficar el nivel de deslegitimación que la dirigencia partidista de aquellos años habían alcanzado, se llegó a pensar, que era la democracia la que estaba en cuestión. El régimen democrático cuarto republicano, elitista y excluyente, partidocrático, exhalaba sus últimas bocanadas. El clientelismo, sostenido “a punta” de mentiras, no daba para mas. La Comisión para la Reforma del Estado (Copre), organismo creado para alcanzar su sobrevivencia no logró su cometido. Todo fue en vano. El pueblo venezolano quería un cambio y ello no lo entendió el liderazgo político tradicional de nuestro país.
La historia se repite. Aunque con distintas características, el objetivo sigue siendo el mismo: tomar el poder para ponerlo al servicio de los mas innobles intereses de la burguesía nacional. Para la dirigencia política de la MUD, ese es su objetivo; para ello y por ello actúan. Algunos creyeron que, con el comienzo del nuevo siglo, la praxis política cuarto republicana se había extinguido, qué equivocados estaban. Aparecieron algunos nombres nuevos, es verdad, pero su concepción de la política era la misma, el remozamiento fue ficticio, fue un salto gatopardiano: cambiarlo todo para no cambiar nada.
Pues bien, la lección de aquellos años no fue aprendida. Los dirigentes de la MUD no han entendido que el ejercicio de la política no es un acto privado, erosionador de las identidades sociales; que mas allá del “carisma” el político debe poseer una sólida formación ideológica y política, debe deslastrarse de toda conducta individualista, sobre todo en nuestro caso, ya que la Constitución Bolivariana define a la nuestra como una democracia participativa y protagónica, por lo que, las fronteras de la democracia se amplían al infinito, lo cual nos ha convertido en el pueblo más politizado del orbe.
La dirigencia de la MUD no ha logrado entender la nueva realidad de Venezuela, iniciada en 1999, que tiene a Hugo Chávez como su principal ideólogo, su principal constructor. La dirigencia de la MUD sigue haciendo de la mentira su principal razón de ser y actuar. Algunos, porque su formación ultraderechista así se los impone, son herederos del pensador nazi Joseph Goebbels, están agrupados en Primero Justicia, Voluntad Popular y Vente Venezuela. Otros, porque su atadura al pasado es tan fuerte que no hay marinero capaz de soltar el nudo que los amarra; siguen siendo clientelistas, siguen ofreciendo el cielo sin pasar por el purgatorio, allí están los viejos cascarones cuarto republicanos que sobreviven gracias a la enorme cualidad del régimen democrático que tenemos los venezolanos.
Diecisiete años tienen mintiendo. Pero, su participación en la Mesa de Diálogo ha terminado desnudándolos. Los ha puesto al descubierto. Como un tronco seco, sueltan astillas por todos lados, se pelean por saber quién encona mas. Carentes de ideas montan diariamente un show, entre espectáculo y espectáculo gimen, algunos lloran, porque cada vez sienten que están mas lejos de alcanzar el objetivo trazado. Su última gran mentira fue decir que la carta del cardenal Pietro Parolin era autoría del Papa, quisieron presentarla como un documento oficial del Vaticano cuando era una misiva privada.
El diálogo ha dado resultado. La mejor constatación es que no estamos en guerra entre venezolanos como quieren algunos dirigentes de la MUD. Que falta mucho por hacer, es verdad. ¿Y es que lo qué se le ha hecho al país, desde el golpe de Estado de 2002, hasta hoy con la guerra económica, ha sido poco? No conoce la historia universal un país contra el cual se hayan implementado políticas y prácticas desestabilizadoras como la que hemos vivido los venezolanos en estos 17 años de Revolución.