Al menos siete chiíes perdieron la vida el viernes en un ataque terrorista perpetrado contra una mezquita en la ciudad de Rawalpindi, aledaña a Islamabad, capital de Paquistán.
Otras 15 personas resultaron heridas en el atentado, que se registró cuando los fieles chiíes estaban celebrando el nacimiento del Profeta del Islam, el Hazrat Mohamad (la paz sea con él).
«Había entre 100 y 150 personas en la mezquita en el momento de la explosión”, dijo el funcionario de policía Sajid Zafar Dall, quien no descartó el aumento de la cifra de muertos, ya que varios de los heridos se encuentran en estado grave.
El canal de noticias paquistaní ‘Geo TV’ explicó que “un terrorista suicida se inmoló a la entrada del centro de culto, una vez se le denegó la entrada”.
Muhamad Salim, otro oficial de la policía local, consideró el ataque como “un caos total” y agregó que “todavía no hay más información, pero hay cuerpos y heridos en la mezquita».
Por el momento, ningún grupo o individuo ha reivindicado la autoría del ataque, pero normalmente los elementos de Al-Qaeda y el grupo Talibán llevan a cabo actos terroristas de esta índole contra la minoría chií en Paquistán.
La organización pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW) publicó el 30 de junio de 2014 un informe en el que lamentó los asesinatos masivos de chiíes a manos de grupos extremistas, especialmente en la provincia suroccidental de Baluchistán.
HRW pidió al Gobierno de Islamabad “tomar todas las medidas necesarias para evitar que los grupos extremistas suníes cometan nuevos homicidios y otros abusos contra los chiíes”.