El Ministerio de Salud Pública (MSP) de Ecuador anunció que el número de muertes por el consumo de alcohol adulterado ascendió a 29, luego de que la noche del pasado jueves se reportara el deceso de otras cuatro personas.
Desde que se inicio el foco la semana pasada, unas 177 personas han sido atendidas por las autoridades sanitarias del país suramericano, de las cuales 124 han resultado ser casos confirmados de intoxicación mientras el resto está bajo investigación.
Con estos números, la tasa de letalidad por el consumo del licor adulterado es de 23 por ciento, en relación con los casos confirmados.
Según informaron las autoridades ecuatoriana, el alcohol adulterado contenía metanol, el cual causa la muerte en una dosis de entre 60 y 250 mililitros (centímetros cúbicos), en promedio.
El Ministerio ecuatoriano de la Salud Pública ha llamado atención en especial sobre la situación en la provincia de Tungurahua (centro), donde el aumento de casos fatales “ha sido notorio, añadido al hecho de que allí se encontró una bebida asociada a la intoxicación con registro sanitario falsificado”.
Se ha detectado la presencia de alcohol metílico en una determinada marca de vino, producido en Tungurahua, según la referida cartera ministerial.
La provincia con mayor número de defunciones sigue siendo Los Ríos (peste), con 20, pero las muertes de los últimos días han ocurrido en otras partes del país, lo que apunta a que el licor adulterado se distribuyó ampliamente.
Las cuatro defunciones anunciadas la noche del pasado jueves se registraron en Tungurahua, Azuay (sur), Manabí y Guayas (oeste).
Una ley seca, que prohíbe la venta y consumo de alcohol, rige solo en Los Ríos actualmente, mientras que en todo el país sigue vigente el estado de excepción, que facilita a la policía y las fuerzas armadas las incautaciones de licor y las detenciones.