El ex campeón de los pesados y considerado el mejor boxeador de todos los tiempos, Muhammad Alí, celebrará este martes su cumpleaños número 70 luego de haber sido homenajeado con una fiesta para 300 personas en Louisville, en el estado norteamericano de Kentucky.
«Me enseñó ser más fuerte», declaró Angelo Dundee, de 90 años y ex entrenador de Cassius Marcellus Clay, el verdadero nombre del ex púgil que fue agasajado en su ciudad natal antes de la fecha real de su nacimiento.
Casualmente, el cumpleaños de Alí es un día después del Día de Martin Luther, una fiesta nacional en Estados Unidos para recordar al pastor que concretó una labor crucial en Estados Unidos por los derechos civiles de los afroamericanos.
La celebración comenzó el último sábado en el Mohamed Alì Center, donde se reunieron familiares, amigos, políticos y personalidad del mundo del deporte y del espectáculo para saludar a un deportista que pudo eclipsar incluso a Los Beatles.
«A Muhammad le gustan los festejos, especialmente cuando son para él. Desde este punto de vista, todavía es un gran niño», explicó su esposa, Lonnie Alì.
El ex campeón del mundo saludó a todos los que fueron a homenajearlo pese al mal de Parkinson que lo afecta desde hace años.
«Fuimos, somos y seremos una verdadera familia. Cada cosa que hace este muchacho es grande y como ya tengo 90 años puedo decirle muchacho. Me enseñó a ser muy duro y también paciente. En definitiva, me enseñó a ser fuerte», completó Dundee.
Las palabras de Dundee describen a un hombre que además de combatir en el cuadrilátero, peleó como civil, como cuando rechazó participar en la Guerra de Vietnam, lo que le costó ir a prisión y la quita de su título de campeón.
El boxeador que «en el ring se movía como una mariposa pero golpeaba como una avispa», según lo describieron, suma entre otros galardones haber sido nombrado Atleta del Siglo en 2001.
Su fama llegó a convertirlo en una personalidad más popular que reyes o jefes de estado, lo que llevó a Elvis Presley, Fidel Castro, Frank Sinatra, Nelson Mandela, Sylvester Stallone y Michael Jordan a pedirle un autógrafo.
La admiración sobre Alí no era provocada por sus logros en el deporte, sino también por su lucha contra el apartheid y por la igualdad de derechos sociales.
También se manifestó por el orgullo de los negros en Estados Unidos, luego de haberse acercado a Martin Luther King y a Malcolm X, fue candidato al premio Nobel de la Paz y ganó un Oscar por el documental «Cuando éramos reyes».