Afirmó el Lider Supremo iraní Ali Jamenei|Protestas en Egipto son «eco de la Revolución Islámica iraní»

Ayatolá Ali Jamenei Lider Supremo de Irán

El líder supremo de Irán, ayatolá Alí Jamenei, afirmó este viernes que las manifestaciones en Túnez y Egipto contra los gobiernos de esos países son una “señal del despertar islámico” en el mundo, tras el llamado hecho al Ejército egipcio para que “no acepte los llamamientos para oprimir a su pueblo”.

“Lo que hoy sucede en Egipto es el eco de la Revolución Islámica iraní”, aseguró Jamenei durante la oración de este viernes en la universidad de Teherán (capital iraní).

Señaló que “los acontecimientos actuales en el norte de África, en Egipto, Túnez y otros países, tienen una significación particular para nosotros».

El líder iraní criticó al ex presidente tunecino, Zine El Abidine Ben Alí, y al jefe de Estado egipcio, Hosni Mubarak, por su actidud «servil» hacia las potencias de Occidente.

Occidente “ha construido regímenes para establecer sistemas corruptos en Oriente Medio instalando líderes serviles”, enfatizó Jamenei.

Según el líder persa, Ben Alí (ex presidente de Túnez), dependía de Estados Unidos (EE.UU.) e incluso de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense, mientras que se refirió al jefe del Estado egipcio, Hosni Mubarak, como a un «lacayo del régimen sionista», en referencia a Israel.

Jamenei afirmó que los dirigentes de Israel “son los que están más preocupados por lo que sucede en El Cairo (capital egipcia) porque saben que si Egipto cesa su alianza, se producirá una gran transformación en la zona”.

El líder islámico mandó un mensaje de ánimo a los egipcios, que se mantienen en las calles en espera de la renuncia de Mubarak y dijo que “Alá les ayudará”.

A 11 días de las protestas en El Cairo, los egipcios continúan concentrados en la plaza Tahrir, escenario donde se desarrollan las manifestaciones para pedir que Mubarak dimita.

El pasado jueves, en declaraciones a un medio estadounidense, el mandatario egipcio afirmó que está “cansado” de su cargo, en el que lleva 30 años, pero que no se va a retirar del poder por “miedo” a que se genere “más caos” en el país.

Por su parte, en Túnez regresó la calma el pasado domingo tras el anuncio de un gobierno sin miembros del viejo régimen y luego de varios días de manifestaciones contra la administración de Ben Alí, en reclamo por la falta de empleos y el aumento de los precios de alimentos y carburantes.

Tras estas manifestaciones, el ex presidente Ben Alí abandonó el país, seguido por los ministros de Interior, Exteriores, Defensa y Finanzas.

REVOLUCIÓN ISLÁMICA

En el año 1979, el pueblo iraní derrocó a través de la «Revolución Islámica» el régimen imperial dirigido por el Sah (o Sha título homólogo a emperador de tradición persa), Mohammad Reza Pahlevi, el cual guiaba un gobierno que servía a los intereses de Estados Unidos; mientras que el pueblo persa se empobrecía cada vez más mientras que las cúpulas de burgueses y empresarios petroleros se enriquecían cada vez más.

Estas políticas terminaron cuando el pueblo iraní, con el apoyo del clero islámico, tomaron las calles exigiendo la salida del Sha, quien desesperado reprimía las protestas con el SAVAK, un grupo policial que se encargaba de vigilar toda las actividades de la población civil, y a quienes se les atribuyen las desapariciones y torturas durante el oscuro reinado del  Mohammad Reza Pahlevi.

Sin embargo, el pueblo persa continuó en las calles, por lo que el Sha se vio obligado a abandonar el país, y refugiarse en Estados Unidos (su principal aliado), mientras que en Teherán se instaló un gobierno islámico liderado por el Ayatolá Seyyed Ruhollah Musavi Jomeini que se dedicó a atender las necesidades de la población y es el modelo que aún administra la nación persa bajo la dirección del supremo líder ayatolá Alí Jamenei y el presidente Mahmoud Ahmadinejad.

Fuente/teleSUR
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