Una nueva investigación ha descubierto la razón por la cual a algunas personas parece que les disgusta todo, y por el contrario, a otras les gusta todo. Al parecer, todo es parte de nuestra personalidad individual -una dimensión que los investigadores han acuñado como “la actitud de disposición”.
Las personas con una actitud positiva tienen una fuerte tendencia a gustar de las cosas, mientras que las personas con una actitud de disposición negativa rechazan todo; los recientes descubrimientos fueron publicados en la revista de Personalidad y Psicología Social y fue escrito por Justin Hepler, de la Universidad de Illinois y Dolores Albarracín, profesora de Psicología en la Universidad de Penn.
La actitud de disposición representa una nueva perspectiva en la que las actitudes no son simplemente una función de los estímulos de la consideración, sino también son una función de las propiedades del evaluador”, aseguraron los autores”.
Por ejemplo, a primera vista, no parece útil conocer lo que piensa alguien sobre la arquitectura a la hora de evaluar sus sentimientos acerca del cuidado de la salud. Después de todo, la atención de la salud y la arquitectura son estímulos independientes con un conjunto único de propiedades, por lo que las actitudes hacia estos objetos también deben ser independientes.
Sin embargo, todavía hay un factor crítico que las actitudes de los individuos tendrán en común: la persona en sí. “Algunas personas simplemente pueden ser más propensas a centrarse en aspectos positivos, y otras en aspectos negativos”, dijo Hepler.
Para descubrir si las personas difieren en la tendencia de que les gustan o no las cosas, Hepler y Albarracín crearon una escala con la que las personas que informan sus actitudes hacia una gran variedad de estímulos no relacionados, como la arquitectura, duchas de agua fría, la política y el fútbol. Después, se suman todas las cosas que les gustan o disgustan y se obtiene un promedio para calcular su actitud de disposición (es decir, cuánto les tienden a gustar o no las cosas en general).
La teoría es que si los individuos tienen una tendencia general de gusto por los objetos, las actitudes hacia los objetos independientes en realidad pueden estar relacionadas. A lo largo de los estudios, los investigadores encontraron que las personas con actitudes de disposición general positivas son más abiertas que las personas con actitudes de disposición general negativas.
En la práctica del día a día, esto significa que las personas con actitudes positivas de disposición pueden ser más propensos a comprar nuevos productos, recibir inyecciones de vacunas, y hacer otras acciones de manera positiva (reciclaje, conducir con cuidado, etc).
Este descubrimiento sorprendente y novedoso porque demuestra que una actitud no es simplemente una función sobre las propiedades de un objeto, sino que también es una función de las propiedades de la persona que evalúa el objeto”, concluyeron los investigadores Hepler y Albarracín.
En general, esta investigación proporciona un claro apoyo sobre la actitud de disposición como una construcción significativa que tiene importantes implicaciones para la teoría de la actitud y de la investigación”, finalizaron.