La abstención fue la gran ganadora del proceso electoral que vivió Chile el domingo. El 63,22% fue la cifra de electores que no concurrieron a sufragar en los comicios municipales, algo sin precedentes en el país. En el año 2012, el porcentaje de abstención llegó a 56,8%.
En la capital Santiago de Chile solo acudió a votar el 23% de los inscritos, mientras que en algunos municipios como La Granja, La Pintana y Molina la abstención rondó el 80%. La ausencia de electores en los centros de votación era un hecho esperado y pronosticado, a pesar de los esfuerzos que tanto Gobierno como oposición hicieron para motivar al voto. Es posible que el gran perdedor de las elecciones municipales fuese el propio sistema chileno, que no cuenta con mayor credibilidad para la gente.
LA DERECHA ES LA PRIMERA MINORÍA
Entre los pocos que votaron, la derecha pinochetista logró alzarse como la primera minoría. La Unión Demócrata Independiente (UDI) y Renovación Nacional (RN), que concurrieron en la alianza denominada Chile Vamos, logró arrebatar a la centroizquierda agrupada en la Nueva Mayoría hasta un total de 20 alcaldías, incluyendo la de Santiago de Chile.
En el consolidado de votos la derecha también sobrepasó por escaso margen a la coalición que respalda a la presidenta Bachelet. Chile Vamos alcanzó 1.827.815 votos a nivel nacional, mientras la Nueva Mayoría obtuvo 1.761.062 sufragios. El tercer lugar fue para las candidaturas independientes con mas de 800 mil votos.
El Partido Socialista de la Mandataria no tuvo su mejor elección, apenas 380 mil sufragios, es decir el 8% del total de la votación. La sorpresa fue la izquierda disidente del gobierno, que ganó la alcaldía de Valparaíso, la tercera ciudad en importancia del país. El nuevo alcalde de esa localidad es Jorge Sharp, un exdirigente estudiantil.