Como antesala al fin del conflicto armado en Colombia, el Gobierno del país neogranadino y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (Farc-EP) entregaron este domingo, de manera simbólica el documento que consagra el acuerdo de paz a las víctimas de los Montes de María, donde se concentró el conflicto armado durante las últimas décadas.
De acuerdo al portal web de Telesur, el evento denominado «La Fiesta por la paz» fue celebrado en la plaza central del municipio El Carmen de Bolívar con la participación de representantes del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, así como artistas colombianos como Peter Manjarrés y Maía.
Tras casi cuatro años de diálogos de paz en la Habana, Cuba, entre el Ejecutivo nacional y las Farc-EP, se espera que el documento de paz sea suscrito por el presidente colombiano, Juan Manuel Santos y el líder del movimiento insurgente, Timoleón Jiménez en una ceremonia que tendrá lugar este lunes en el Patio de las Banderas del Centro de Convenciones de Cartagena a las 5:00 de la tarde (hora local de Colombia).
Se estima que al acto asistan 27 cancilleres, tres ex vicepresidentes, dirigentes de organismos internacionales encabezados por el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon y alrededor de 2.500 personas. La actividad contará con la cobertura de casi mil periodistas, camarógrafos, fotógrafos y técnicos locales y de todo el Mundo, según informa en su portal la Agencia Prensa Latina.
El documento, que será refrendado posteriormente en una consulta popular que se realizará el próximo domingo 2 de octubre, se suscribe a pocos días de concluida la X Conferencia de las Farc-EP que aprobó los acuerdos alcanzados en la capital cubana el pasado 24 de agosto.
El acuerdo de paz, que busca poner fin al conflicto armado de más de 50 años, cuenta con tres objetivos en concreto: propiciar un escenario en el que todos los factores que provocaron la guerra en Colombia, y que hizo que se prolongara por tantos años, sea eliminado; crear las condiciones para que los grupos insurgentes que buscaban el poder y luchaban por reivindicaciones sociales, a través de las armas, ahora lo hagan con la política y mediante las urnas y satisfacer los derechos de las víctimas mediante la verdad, la justicia, la reparación del daño y la no repetición de los hechos violen.