Según el Departamento de Recursos Metalúrgicos|Alertan sobre incremento de la minería ilegal en Sudáfrica

Más de 14 mil personas en Sudáfrica están involucradas en el negocio de la minería ilegal, de acuerdo con un informe actualizado difundido este viernes por el Departamento de Recursos Metalúrgicos (DRM).

El gobierno estima que hay unos seis mil mineros ilegales constantemente hurgando en silos subterráneos, y otros ocho mil trabajando en las superficies.

Estas cifras representan un alza de 24,7 por ciento respecto a un estudio de 2009 y equivalen a aproximadamente el 10 por ciento del número de trabajadores legales en este sector industrial.

Trascendió igualmente que alrededor del 70 por ciento de todos los individuos en tales labores son inmigrantes indocumentados procedentes de Zimbabwe, Lesotho y Mozambique.

La caída en 28 por ciento en el precio global del oro y la cantidad cada vez menor de mineral hallado en Sudáfrica ha incrementado el número de pozos abandonados alrededor de las provincias Gauteng y Northern Cape, pero sobre todo en la cuenca de Witwatersrand.

Este contexto económico ha provocado un aumento en el número de los aquí conocidos como zama zamas (mineros ilegales), sujetos que se arriesgan a llegar a parajes profundos de yacimientos no operativos en busca quizás de una ganancia ascendente a cinco dólares diarios.

Los productos más populares de la minería ilegal son el oro, diamantes, platino, y hasta arena o agregados para materiales de la construcción, según el DRM.

El Departamento de Recursos Minerales recordó que para ejercer este oficio es imprescindible la obtención de una licencia estatal y que solo en 2014 murieron 40 personas en estas actividades delictivas, la mayoría asfixiadas dentro de pozos abandonados.

Autoridades calculan que cerca del nueve por ciento del oro total producido anualmente en el ámbito nacional es robado o vendido de contrabando fuera del país e instaron a los departamentos policiales especializados a incrementar la vigilancia en este sentido.

Guardias de seguridad han explicado que el principal problema a la hora de combatir este delito es que los mineros ilícitos, al huir, se esconden en huecos a 100 y 200 metros de profundidad. Ningún policía los persigue hasta allá.

Fuente/Prensa Latina