Las principales centrales obreras españolas atribuyeron el descenso del desempleo en 2015 a los contratos temporales, precarios y poco remunerados establecidos en la reforma laboral del gobierno conservador de Mariano Rajoy.
España cerró el año pasado con cuatro millones 93 mil 508 desempleados, lo que representó el mayor descenso anual de toda la serie histórica iniciada en 1996, según destacó este martes el Ministerio de Empleo y Seguridad Social.
En diciembre último, 55 mil 790 personas abandonaron las listas del paro, su segundo descenso mensual consecutivo luego de tres meses de aumento, de acuerdo con los datos oficiales.
La cartera laboral subrayó que en 2015 la desocupación registró una disminución de 354 mil 203 personas, la mayor caída anual en toda la serie histórica.
Sin embargo, la Confederación Sindical de Comisiones Obreras (CC.OO.) achacó esos resultados a que el empleo generado en el ejercicio recién concluido fue altamente inestable y precario.
El secretario general de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo, alertó en rueda de prensa que detrás de la apariencia positiva de creación de puestos de trabajo se esconde una realidad caracterizada por la insuficiencia, la precariedad y la desprotección.
Fernández Toxo consideró que se trata del peor dato de los últimos cuatro años, pues una parte considerable de las personas que desaparecen de las listas del paro son gente desanimada.
Lamentó que más del 93 por ciento del empleo generado en diciembre sea de carácter temporal o a tiempo parcial, debido a un modelo productivo incapaz de sentar bases sanas de crecimiento y que agrava la desigualdad y la brecha salarial, denunció.
Sostuvo que el deterioro de la tasa de cobertura por desempleo -del 81 por ciento en 2007 hasta el 55,3 por ciento en 2015- es consecuencia de la larga duración de la crisis y de los efectos de la reforma laboral de 2012 aprobada por Rajoy.
Para la Unión General de Trabajadores (UGT) las cifras del año precedente muestran una recuperación económica desequilibrada, excluyente y construida sobre bases débiles, con actividades de escaso valor añadido y tecnológico.
La UGT demandó en un comunicado potenciar las políticas activas de empleo desde el ámbito público, restituir los derechos de los asalariados y derogar en su totalidad la reforma de 2012 por degradas las condiciones de los trabajadores españoles.
En opinión de la Unión Sindical Obrera el crecimiento del empleo está marcado por la temporalidad y la precariedad, y recordó que sólo el 6,76 por ciento de los contratos fueron de carácter indefinido.
Este sindicato aseveró que el descenso en el número de personas registradas en las listas del paro es fruto de las contrataciones temporales.
Todas las organizaciones coincidieron en que la recuperación está basada en la precarización de las condiciones de trabajo y de la contratación en el mercado laboral.