Australia anunció este viernes una amnistía para armas de fuego para el año que viene después de que un informe de inteligencia criminal estimase que hay 260.000 armas de este tipo ilegales en el país.
El país introdujo estrictas restricciones a la posesión de armas de fuego después de la masacre de 35 personas por un francotirador solitario dentro y en los alrededores de un café en una antigua colonia penitenciaria en Tasmania en el año 1996.
Desde entonces no han tenido lugar en Australia matanzas similares, lo cual ha sido interpretado por muchas voces extranjeras como un ejemplo de la necesidad de controles más estrictos en este ámbito.
La amnistía llega en el contexto de un debate en torno a la legislación sobre armas de fuego que ha abierto una brecha en el seno del Partido Liberal, ahora en el Gobierno, y que ha enfrentado al primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, con el hombre al que derrocó, el antiguo mandatario Tony Abbott, en una reunión del partido este fin de semana.
«Esta amnistía dará una oportunidad a aquellos individuos que, por la razón que sea, estén en posesión de un arma de fuego sin registrar de entregarla sin miedo a ser procesado», dijo a los periodistas el ministro de Justicia, Michael Keenan, en Melbourne.
«Si bien Australia tiene uno de los controles de armas de fuego más fuertes del mundo, los criminales siguen eligiendo las armas de fuego ilícitas».