La deuda de las entidades financieras españolas con el Banco Central Europeo (BCE) ascendió en septiembre último a 378 mil 176 millones de euros, su primer descenso en un año, informó este jueves el Banco de España.
La cifra, que refleja la capacidad de la banca nacional para obtener liquidez en los mercados mayoristas tradicionales, en lugar de recurrir al BCE, representa 10 mil 560 millones de euros menos que el importe contabilizado en agosto pasado, cuando alcanzó su máximo histórico.
Aunque sigue en un nivel muy elevado, la apelación de los bancos al supervisor europeo bajó un 2,7 por ciento respecto al volumen solicitado en el octavo mes del actual ejercicio (388 mil 736 millones de euros), el más alto en la serie estadística iniciada en 1999.
Esta cuantía es el saldo vivo que las entidades residentes en España aún tienen pendiente de devolver al instituto emisor del llamado Viejo Continente, como consecuencia de la financiación que el organismo les concedió previamente.
Aun así, las crecientes dificultades de los bancos españoles para financiarse en el mercado interbancario se aprecian al constatar que el préstamo pedido al BCE se multiplicó por cinco respecto al registrado en septiembre de 2011 (69 mil 299 millones euros).
A principios de septiembre, el supervisor europeo anunció un nuevo programa de compra de deuda de los países de la Zona euro en dificultades, que se activará cuando los afectados lo pidan de manera oficial.
En junio pasado, España solicitó a la Unión Europea un rescate de hasta 100 mil millones de euros para sanear su deteriorado sistema bancario, con una alta exposición a los activos tóxicos tras el estallido en 2008 de la burbuja inmobiliaria.