Investigaciones realizadas por la Procuraduría General de la República (PGR) de México revelaron que los cárteles del narcotráfico que operan en ese país adquieren ocho de cada 10 armas en Estados Unidos (EE.UU).
Según los datos suministrados por la Fiscalía, la mayoría del armamento fue introducido a territorio mexicano por Texas y Arizona (sur estadounidense).
Asimismo, la Procuraduría de México indicó que al menos 25 compradores potenciales ya han sido identificados.
Los rastreos de información “han permitido conocer la identidad de personas de origen hispano o estadounidense que han participado en la introducción clandestina de armas de esa nación a México”, señaló.
“Se han reconocido rutas y personas en el delito de tráfico y acopio de armas. La base de datos ha permitido detectar hasta ahora a 25 compradores potenciales que ya se encuentran bajo investigación”, subrayó el documento de la PGR.
La Fiscalía señaló que “por primera vez se ha podido lograr el rastreo inmediato de 60 por ciento de las armas que se encuentran bajo investigación de la Ueita (Investigación de Terrorismo y Acopio y Tráfico de Armas)”.
Las armas con mayor presencia en las incautaciones a la delincuencia organizada son: “calibre .223 o tipo AR-15 y armas calibre 7.62 conocidos como el AK-47 o cuernos de chivo aunque entre los implementos decomisados también se encuentran lanzagranadas y subametralladoras”, explicó la PGR.
Se calcula que el 90 por ciento de las armas confiscadas en México al narcotráfico provienen de Estados Unidos.
En el mes de julio de 2009, 26 gobernadores de estados mexicanos le exigieron al presidente de México, Felipe Calderón, que presentara un reclamo formal a Estados Unidos por «la venta indiscriminada de armas de guerra en 10 mil puntos fronterizos entre México y ese país».
Los cárteles mexicanos de la droga han tenido presencia en 230 ciudades estadounidenses, según han constatado políticos de la nación.