La cifra de estadounidenses que renuncian a la ciudadanía de Estados Unidos aumentó seis veces en el segundo trimestre respecto al año anterior ya que el gobierno se prepara para introducir normas más estrictas de declaración de bienes.
Los expatriados que renuncian a su nacionalidad en embajadas estadounidenses aumentó a 1.131 en los tres meses a junio, de 189 en el mismo periodo del año anterior, según las cifras del Registro Federal publicadas el viernes. Eso provocó un total en la primera mitad del año de 1.810 en comparación con 235 en todo el año 2008.
Estados Unidos, el único país en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico que cobra impuestos a los ciudadanos dondequiera que residan, está buscando evasores de impuestos en paraísos fiscales, incluyendo a Suiza, mientras el gobierno intenta frenar el déficit presupuestario.
Rechazados por bancos suizos y alemanes y enfrentando reglas más estrictas de declaración de bienes bajo la Ley de Cumplimiento Tributario de Cuentas Extranjeras (Fatca por sus siglas en inglés), más de 6 millones de estadounidenses que viven en el extranjero están sopesando el costo de tener un pasaporte de Estados Unidos.
«Con la inminente fecha límite para la Ley Fatca, cada vez más ciudadanos estadounidenses se están dando cuenta de que tienen obligaciones de declaración de impuestos en Estados Unidos», dijo Matthew Ledvina, abogado de impuestos de Anaford AG en Zurich, Alemania. «Una vez al tanto, deciden renunciar a su nacionalidad estadounidense».