Stockholm, filme de bajo presupuesto de Rodrigo Sorogoyen, recibió el galardón a la mejor película dramática de los Premios Feroz, entregados por primera vez por la Asociación de Informadores de Cine de España.
Sorogoyen, nominado para mejor director novel en los Goya, sobresalió ante figuras consagradas como Pedro Almodóvar, quien solo ganó el del mejor tráiler por Los amantes pasajeros, pese a tener cinco nominaciones.
Además, en noche de gala para lo humilde y lo novel, Almodóvar debió compartir la distinción con otra producción de recursos modestos, Gente en sitios, de Juan Cavestany.
El galardón a la mejor actriz recayó en Marián Álvarez, ganadora de la Concha de Plata en San Sebastián por el papel de Ana en La Herida, otro filme de pequeño presupuesto que también aspira a un Goya, mientras el de mejor actor fue para Antonio de la Torre por Caníbal.
En la ceremonia, de la Torre recordó a Nelson Mandela y un barrio obrero de la ciudad española de Burgos, que recientemente se movilizó para evitar la construcción de un proyecto residencial, al afirmar que todas las batallas se pueden ganar.
La batalla contra la desigualdad la podemos ganar, porque somos más, mejores y tenemos razón, opinó el realizador en la ceremonia concluida al filo de la medianoche.
David Trueba, quien ganó las estatuillas de mejor director y mejor guión por Vivir es fácil con los ojos cerrados, también aludió a los tiempos difíciles del cine español al asegurar que todo aquel que realizó un filme en 2013 merece un homenaje.
La distinción de actores de reparto fue para Terele Pávez y Mario Casas, de Las Brujas de Zugarramurdi; en comedia para Tres bodas más, de Javier Ruiz y el Premio Especial a la película que mereció mejor trayectoria recayó en Ilusión, de Daniel Castro, una cinta de calidad olvidada por los circuitos comerciales.
En una ceremonia que quiere afincarse como antesala de los Goya, José Sacristán recogió el Premio de Honor, por sus 50 años de trayectoria, que le había sido otorgado con anterioridad.