Colonos israelíes han prendido fuego este miércoles a una mezquita en la ciudad cisjordana de Beitolahm (Belén) y han dejado pintadas en hebreo en el lugar.
“Consideramos muy peligrosos esos incidentes y llamamos la atención del mundo árabe, de los musulmanes y toda la comunidad internacional a la escalada de los actos violentos cometidos por el régimen israelí”, ha explicado Jibreen al-Bakri, gobernador de Beitolahm (Belén).
“El fuego dañó las paredes y el suelo enmoquetado del centro”, ha añadido Al-Bakri, mientras ha detallado que el incidente ha tenido lugar en la localidad de Jabaa.
Los extremistas han escrito varios lemas en las paredes, como “Queremos la redención de Sión” y “Venganza” junto a una estrella de David (símbolo de judaísmo).
Como estaba previsto, el ejército del régimen israelí, que nunca lleva ante la justicia a los autores de actos racistas, se ha limitado a decir que investigará lo sucedido.
El Ministerio palestino de Asuntos Exteriores ha condenado el incendio de la mezquita considerándolo “una declaración de guerra religiosa”.
La Cancillería palestina ha instado a las naciones del mundo a tomar medidas urgentes para frenar las atrocidades de los sionistas.
Los colonos sionistas, que cuentan con la luz verde del ejército israelí para recurrir a la violencia ante los palestinos, profanan de vez en cuando los lugares sagrados de los musulmanes y no escatiman ningún esfuerzo para presionar a los palestinos a que abandonen su propio territorio.