Una corte israelí sentenció este martes al ex presidente de ese país Moshe Katsav a siete años de cárcel por violación y otros crímenes de tipo sexual.
Katsav fue hallado culpable en diciembre pasado de violar a una ex empleada dos veces y de molestar y acosar a otras dos mujeres.
El ex mandatario ha negado las acusaciones, rechazó una negociación de culpabilidad y optó a un juicio para tratar de limpiar su imagen.
Al escuchar la sentencia dictada este martes 22 de marzo, el ex presidente dijo entre sollozos que era un error. «¡Están equivocados, todo son mentiras! ¡Toda la sentencia es un error! ¡Que uno guarde silencio no significa que admita su culpa!», dijo.
El primer ministro del régimen sionista Benjamín Netanyahu llamó el caso “un día triste para el Estado de Israel”, mientras que los grupos de derechos humanos de las mujeres recibieron el veredicto con beneplácito.
El caso deriva de acusaciones presentadas por tres mujeres que trabajaban para Katsav mientras se desempeñó como ministro de Turismo de Israel en los años 90, y presidente posteriormente.
REACCIONES CONTRAPUESTAS
La principal demandante, conocida como “A”, para proteger su confidencialidad, manifestó su satisfacción con la sentencia.
«Aunque no es día feliz para mí, me siento realmente satisfecha con la sentencia, que se corresponde con los graves actos señalados en la sentencia judicial», señaló «A».
Por su parte, el primer ministro Benjamín Netanyahu habló de un «día de tristeza y vergüenza, pero también de profundo aprecio y orgullo por el sistema israelí de justicia».
«El tribunal ha dictado una sentencia incisiva e inequívoca basada en un principio simple: la igualdad. Nadie está por encima de la Ley, ni siquiera un ex presidente», dijo el premier en el puerto de Yafa, adyacente a Tel Aviv.
La líder de la oposición y ex titular de Exteriores, Tzipi Livni, señaló en la misma línea que «no es un día de alegría», pero manifestó su «gran esperanza» de que el país «esté experimentando un cambio» hacia la completa igualdad ante la Justicia.
Quien fuera jefe de Estado entre 2000 y 2007 también ha sido condenado a dos años de libertad condicional y a pagar 100 mil shekels (unos 28 mil 300 dólares) a la mujer que violó y otros 25 mil shekels (unos 7 mil dólares) al resto de demandantes.