Los prestamos a empresas en el eurogrupo declinaron significativamente durante septiembre a consecuencias de la crisis de la deuda del bloque de moneda única, y provocan este jueves pesimistas augurios en el panorama de la crisis.
Esta situación obligó a una pérdida del deseo por solicitar créditos; además, el Banco Central Europeo (BCE) registró escasos esfuerzos para alentar esos préstamos.
A dicho entorno se sumó un declive de los empréstitos privados. Esos créditos a nivel de empresas se redujeron 20 mil millones de euros, frente al nivel del mes precedente, considerado el mayor declive desde el año anterior.
Entre las naciones consideradas de mayor reducción en tal parámetro ubican los informes oficiales a Italia, una de las naciones en peor posición en la actual crisis.
El economista de Global Insight Howard Archer, señaló que la caída de estos indicadores se corresponde no solo con la creciente incertidumbre sobre las perspectivas económicas, sino con el reflejo de la renuencia de los bancos a los préstamos.
Ese problema radica en la necesidad de un grupo de empresas de solicitar dichos pedidos para apoyar operaciones o elevar inversiones y explorar nuevos mercados, y tal progreso les resulta muy difícil a partir de los criterios de las entidades financieras, recalcó Archer.