Francia deportó un número récord de migrantes ilegales el año pasado, según cifras divulgadas el martes, la última señal de que el Gobierno del mandatario Nicolas Sarkozy endureció su actitud frente a la inmigración en el período previo a las elecciones presidenciales.
Un cantidad sin precedentes de 32.912 extranjeros fueron expulsados en el 2011, un 17 por ciento más que el año anterior, según las cifras presentadas por el ministro del Interior, Claude Gueant.
Las cifras reflejaron un cambio hacia la derecha en las políticas de inmigración antes de la elección de abril y mayo, en momentos en que las encuestas indican que el apoyo al Frente Nacional de extrema derecha ha aumentado.
Las cifras de deportación incluyen a 5.000 tunecinos que huyeron de la revuelta en su país ocurrida a principios del 2011.
Gueant, quien anunció fuertes medidas contra la inmigración legal e ilegal cuando asumió su cargo, dijo en una conferencia de prensa que tomará pasos aún más drásticos en el 2012, estableciendo un objetivo de 35.000 deportaciones para este año.
También dijo que quería reducir la inmigración legal a 150.000 personas al año. Francia ya recortó su cuota a 180.000 de 200.000 en los últimos años.
«Es poco razonable traer migrantes para que estén desempleados aquí», dijo Gueant, quien estima que un cuarto de los extranjeros que se encuentran en Francia y no son originarios de la Unión Europea están sin trabajo.
Las cifras también mostraron que el número de naturalizaciones bajó en un 30 por ciento.
El grupo anti racista SOS Racisme denunció las cifras actuales como «números de la vergüenza» y criticó la «política de línea dura» del Gobierno.
Cerca de 3,7 millones de extranjeros originarios de la Unión Europea y de fuera del bloque vivían en Francia en el 2008, en una población de 65 millones de personas, de acuerdo a la Agencia Nacional de Estadísticas (INSEE por sus siglas en francés).
«Esto no se trata de retirarse detrás de la línea Maginot, sino de respetar las reglas», dijo Gueant, refiriéndose a la barrera que Francia construyó en las fronteras con Alemania e Italia después de la Primera Guerra Mundial.
Sarkozy, un conservador, también ha endurecido su posición sobre la inmigración y prohibió, generado una gran polémica, el velo musulmán de rostro completo.
El presidente francés también dijo que quería endurecer las reglas de control fronterizo en Europa después de que comenzaron las revueltas en los países árabes.
El número de permisos de residencia otorgados en 2011 cayó en un 3,6 por ciento a 182.595, y la cantidad de visas laborales se desplomó un 26 por ciento a 9.154, según las cifras de ministerio.