Antonis Samaras, máximo dirigente del partido opositor de Grecia Nueva Democracia, presentó su renuncia a la organización política, tras la victoria del «No» en el referendo realizado este domingo en la nación europea.
Ante esto, el dirigente de oposición ha propuesto a, Evangelos Meimarakis, expresidente del Parlamento griego entre 2012 y 2015, para que se haga cargo provisionalmente del partido, reseñó la agencia de noticias oficial, ANA-MPA, citado por Europa Press.
Más de nueve millones de griegos salieron más temprano a las urnas electorales para participar en el referendo y escoger si estaban de acuerdo o no con las condiciones de recortes sociales y austeridad que propone el grupo de acreedores, quienes plantearon un paquete de «rescate» a la economía griega.
Con una participación electoral de 62,5%, la opción al «No» se impuso con 61,31% de los votos en el referendo, mientras que el «Sí» sumó 38,69%, de acuerdo a los datos oficiales publicados en el portal web del Ministerio de Interior griego.
«¿Debería ser aceptado el proyecto presentado por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional?», es la pregunta a la que fueron consultados los griegos en el rerefendo de este domingo.
Más temprano, el primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, informó que a partir de este lunes, Grecia se reunirá con el Banco de la nación con el fin de crear un mejor sistema de transacción económica y así lograr manejar la economía y generar mejores condiciones humanas.
De igual forma, informó que se creará un programa, que contará con la colaboración de la Comunidad Europea, para proteger los derechos del pueblo heleno.
«Desde ahora en esta mesa de trabajo trabajaremos sobre la deuda, donde el Fondo Monetario Internacional está tomando en cuenta esta situación que está dando a entender que necesitamos condiciones mejores en esta deuda, para poder salir de esta crisis», agregó.
El pasado viernes, Tsipras, informó que buscará un acuerdo con la Troika dos días después de realizarse el referendo.
Tsipras explicó que el gobierno no aceptó las propuestas presentadas por el grupo de acreedores que exige al país heleno más recortes sociales, aumento del IVA al 23% en el renglón de alimentos y que, además, le pagara 1.600 millones de euros, debido a que afecta al pueblo de la nación europea.