Como “un excelente ejemplo de la antropología de emoción” fue catalogado el largometraje El silencio de las moscas (2013), en el IV Edición del Festival de Cine Etnográfico Intimalente, efectuado este mes en Italia y en el cual se apoderó del primer lugar en la categoría Filme Documental en conjunto con Taxiway, de la francesa Alicia Harrison. La película venezolana fue dirigida por el investigador del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), Eliézer Arias.
El tema central de la pieza de 93 minutos de duración es el suicidio en distintas comunidades rurales de los andes, específicamente del estado Mérida, donde las tasas de ocurrencia han llegado a superar las estadísticas mundiales de ciudades más violentas y de países con mayor densidad de población, refiere un boletín del IVIC.
La película venezolana también recibió una Mención de Honor del jurado calificador del XIV Festival Internacional de Cine Fenavid de Bolivia -organizado entre el 3 y 9 de noviembre- en la categoría Largometraje Documental, siendo el quinto reconocimiento obtenido desde su estreno hace un año.
La historia se desarrolla en torno a los testimonios de dos mujeres, Marcelina (48 años) y Mercedes (56 años), habitantes de pueblos vecinos con un triste denominador común: sus hijas adolescentes fueron víctimas de suicidio, una situación lamentable pero bastante frecuente en la entidad y del que pocos se atreven a hablar. De hecho, el nombre de la cinta se debe a la presencia de las moscas en los cultivos típicos de la zona y a la condición silente que ha adquirido este fenómeno en el páramo.
Hasta la fecha, El silencio de las moscas ha sido proyectada en países como México, Italia, Ecuador, Francia, Nicaragua, Colombia, Holanda, Argentina, Uruguay, Brasil, Croacia, USA, Bolivia, Suiza y Canadá.