El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela rechaza categóricamente la conducta del Relator para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la cual desdice de su condición de funcionario internacional que debe apegarse a las normas y códigos de ética de la Secretarían de la Organización de Estados Americanos y de la CIDH. El Relator para la Libertad de Expresión hace gala de pérdida de independencia o ausencia de imparcialidad en relación con el Estado venezolano.
En su cuenta personal de twitter el señor Edison Lanza cuestiona de manera irresponsable y tendenciosa una decisión de un poder público venezolano sin observar las normas y procedimientos establecidos, como por ejemplo solicitar previamente información al Estado venezolano, antes de oficializar en un Comunicado de Prensa de la CIDH su “preocupación” personal.
No cabe duda que esta conducta reprochable es parte de la campaña política-mediática nacional e internacional para desacreditar al Estado venezolano y a su Gobierno en materia de libertad de expresión. La Venezuela de hoy se caracteriza por un profundo respeto del derecho a la libertad de expresión en su concepción más amplia, que abarca el ejercicio ese derecho más allá de la visión privativa de las corporaciones mediáticas para dar espacio a toda expresión individual y colectiva, que en nuestro país se manifiesta a través de la redes sociales virtuales y de miles de medios comunitarios y alternativos que dan cuenta de la pluralidad de opiniones.
Es claramente intencional el uso de la tribuna de la CIDH para pretender calificar al Estado venezolano en función de un caso judicial de una empresa de comunicación.
En este sentido, hacemos un llamado a la Relatoría para la Libertad de Expresión a apegarse a los más estrictos estándares éticos, de forma tal que sus opiniones garanticen la debida imparcialidad y objetividad.