La posición proisraelí del Gobierno francés en la masacre de civiles palestinos en la Franja de Gaza se aclara cada vez más, luego de que París prometió tomar medidas contra lo que llama actos antisemitas en protestas pro-Palestina.
El ministro del Interior de Francia, Bernard Cazeneuve, en su visita realizada este lunes a la localidad de Sarcelles, ubicada al norte de París, la capital, donde se registró el domingo una masiva manifestación pro-Palestina que fue reprimida por la policía, ha calificado de «violencia antisemita» las marchas.
Las acciones de protesta que habían sido prohibidas por las autoridades terminaron con violencia ayer domingo, luego de que los agentes de seguridad irrumpieron en el lugar y dispararon balas de goma y gas lacrimógeno contra la multitud que, en respuesta, quemó varios vehículos de la policía, y una tienda de comida casera.
La represión policial dejó dieciocho personas detenidas y otras once, entre ellas cuatro menores de edad, siguen bajo custodia policial.
Centenares de personas, asimismo, salieron la jornada del domingo a las calles de París para exigir el fin de las atrocidades israelíes contra el pueblo palestino, pero la respuesta policial a esta marcha también fue similar: Violencia.
Las autoridades galas prohibieron el viernes todo acto de protesta antisraelí, hecho que levantó las críticas tanto de la población francesa como de algunos funcionarios, quienes tacharon la medida de contraproducente.
«No es la prohibición de la manifestación la que provoca la violencia, es la violencia la que justifica la prohibición de la manifestación», ha alegado el ministro del Interior de Francia.
Previamente el presidente galo, François Hollande, en un comunicado justificó las agresiones israelíes contra la población palestina como una medida encaminada a defenderse.
Desde el inicio de la ofensiva israelí contra Gaza, el pasado 7 de julio, al menos 517 palestinos, la mayoría civiles, han sido asesinados y el número de heridos supera los 3150.