El Gobierno brasileño puso al descubierto otro desvío millonario de una de las empresas más grandes del país, se trata de la Caixa Económica Federal, la segunda instancia financiera pública de la nación, que cometió el fraude por casi 100 millones de reales (unos 31,2 millones de dólares).
Esta es otra de las acciones que forman parte de la lucha anticorrupción que prometió la mandataria Dilma Rousseff en la toma de posesión de su segundo mandato.
La policía brasileña expresó por medio de un comunicado que se trata de una red de corrupción que se encargaba de promover fraudes con créditos para la adquisición de viviendas que la Caixa desembolsaba pese a que carecían de garantías o eran para la compra de inmuebles inexistentes por un valor de mil por ciento superior al real.
El juez encargado emitió 34 órdenes de captura para desarticular la organización. Otras diez órdenes fueron emitidas para funcionarios públicos. Aún se desconoce las identidades de los involucrados. También dictaron 20 mandatos de decomiso de vehículos y 31 de allanamientos y bloqueos de cuentas corrientes.
La Policía detalló que la organización lograba obtener en tiempo récord préstamos por hasta un millón de reales (unos 312 mil 500 dólares) para adquirir viviendas que costaban menos de la décima parte de ese valor o no existían, todo esto en complicidad con gerentes y funcionarios de la Caixa Económica Federal.
Los fraudes estaban concentrados en tres agencias del banco público y facilitaban los préstamos para viviendas en un área turística conocida como la «región de los lagos», en el estado de Río de Janeiro.
El caso es desmontado en el momento en que el Gobierno toma acciones sobre el desvío millonario acontecido en la empresa petrolera Estatal Petrobras.