Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) reiteraron este martes que continuarán defendiendo la libertad y la decencia frente a la inutilidad de la guerra, y hasta que el Gobierno acepte dialogar.
Al precio de nuestra sangre y sufrimiento hemos defendido por 10 años la libertad y la decencia, y estamos dispuestos a hacerlo por todo el tiempo que sea necesario, refiere el grupo insurgente en comunicado, firmado por el Secretariado del Estado Mayor.
La guerrilla sostiene que mantendrá esa posición hasta tanto el establecimiento comprenda la inutilidad de su guerra y acepte sentarse a dialogar sobre la única salida política que excluye en definitiva la confrontación.
«Sin garrotes ni zanahorias, con respeto por el pueblo de Colombia», agrega el texto, con motivo de cumplirse el décimo aniversario del fin de la zona de despeje resultado de un proceso de paz entre 1998 y 2002, que fracasó.
Proceso sobre el cual las FARC aseguran que el Gobierno del entonces presidente Andrés Pastrana decidió cerrar las puertas del diálogo y apostar por la guerra total contra la insurgencia.
Fuimos acusados de todas las perversidades del mundo y hordas inmensas de soldados mercenarios entrenados por asesores gringos (estadounidenses) fueron enviadas a aplastarnos, señala la guerrilla.
Las FARC también indican que en ese entonces insistieron en la discusión de la Agenda Común acordada y en la remoción de las causas que originaban el conflicto armado.
Sin embargo, explican, el establecimiento solo quería escuchar de rendición y entrega, al tiempo que ostentaba su enorme gasto militar.
Todo esto ocurría, recuerda la guerrilla, mientras millones de colombianos eran víctimas del terror estatal y los mismos medios de comunicación que denigraban de la insurgencia, se obstinaban en presentar como salvadores de la patria a los paramilitares.
La divulgación de este comunicado tiene lugar pocas horas antes de que el presidente de la República, Juan Manuel Santos, encabece en San Vicente del Cagúan un consejo de seguridad con sus ministros.
Esa localidad del departamento de Caquetá fue el epicentro de la zona de distensión durante los años referidos y donde se desarrollaron las conversaciones entre el Gobierno y la guerrilla, las cuales finalmente fracasaron.
Asimismo, se da a conocer casi al mismo tiempo de que Santos afirmará este martes que su gobierno no está interesado en ceses al fuego, en respuesta a una reciente propuesta en ese sentido del Ejército de Liberación Nacional (ELN).