¿Culpables?|Incendios en Chile: detrás del fuego los intereses de los grandes consorcios madereros

Las causas de los más graves incendios forestales en la historia de Chile son objeto de debate. La emergencia ha volcado todos los esfuerzos de un país en apagar las llamas, que quizás tienen su origen en el modelo que enriquece a unos pocos.

El portal El Ciudadano publicó un reportaje en el que apunta a uno de los aspectos menos divulgados por los medios, pero más denunciado por organizaciones sociales y ambientales. Se trata del modelo forestal extractivo que sustituyó los bosques naturales del centro-sur de Chile para sustituirlos por especies de eucalipto y pino, base de la riqueza de un par de grupos económicos favorecidos desde la dictadura.

Relata el reportaje de El Ciudadano que la historia comenzó en 1976, en pleno régimen del dictador Pinochet. Ese año se instaló cerca del pueblo de Santa Olga una gigantesca planta de celulosa. Antes se había privatizado la empresa maderera del estado: Celulosa Arauco.

El dictador emitió un decreto que “subsidia las nuevas plantaciones en un 75%, sin especificar qué especies. Con el decreto implantado se hizo costumbre quemar bosques nativos para así cobrar el subsidio y plantar pinos y eucaliptos”.

Recuerdan que “los bosques de peumo, quillay y boldo, característicos de la zona central, comienzan a reducirse a las áreas protegidas. El pueblo sigue creciendo a la par que los bosques de pino que se erigen en el horizonte. La noche del incendio había cinco mil personas viviendo en el pueblo”.

Según las estadísticas mostradas en el trabajo: “En 2015 el Pino radiata dominaba las plantaciones forestales en Chile con 1.400.259 hectáreas (58,4%), seguida por el Eucalyptus globulus con 576.937 hectáreas (24,1%) y el Eucalyptus nitens con 259.299 ha (10,8%)”.

El drama generado por los monocultivos no solo se muestra a partir de los incendios: “En noviembre de 2016, según informó Verdad Ahora, los vecinos reclamaban a una disminución del recurso hídrico cercana al 60% con cortes de agua potable que cada vez se hacían más largos. En la oportunidad las organizaciones vecinales aprovecharon de mostrar que la mayoría de las casas eran de material ligero, sin cortafuegos ni grifos en las calles”.

COBARDÍA DE LA OLIGARQUÍA

El reportaje de El Ciudadano dice que, “cuando el fuego se veía venir en los bosques que rodean Santa Olga la semana pasada, la empresa cerró la planta y al personal que se encontraba al interior se le ordenó abandonar el aserradero, quedando a merced del fuego” Agregan: “Los mismos habitantes del pueblo junto a bomberos y carabineros tuvieron que romper la reja y comenzar a hacer cortafuegos con la maquinaria y herramientas de personas que apoyaban. En la planta había dos bodegas con madera. El momento fue registrado por Chilevisión Noticias, cuando una vecina acusó que abandonó el lugar señalando que “siempre ha sido un riesgo (la empresa) para la comunidad y ahora el fuego se ha desparramado para todos lados, y siempre hay problemas todos los años porque tienen el aserrín ahí, y nadie fiscaliza, y ahora como el fuego viene de todos lados es más grave, pues no hay medidas de seguridad y ahora las casas del frente se están quemando”.

RIQUEZA A COSTA DE TODOS

“La producción de monocultivos está orientada principalmente a la producción de celulosa, que genera ingresos por exportaciones del orden de los US$ 3 mil millones cada año (2% del PIB). La producción de celulosa en Chile ha crecido más de 300% entre el año 1990 y el año 2006. Chile ocupa el 9° lugar a nivel mundial en venta de celulosa”, indica el reportaje.

Agregan: “El lucro vislumbrado provocó en un lapso de 44 años, que dos tercios de la superficie de bosque nativo fuera reemplazada por estas especies. En 2011 el Catastro de los Recursos Vegetacionales Nativos calculaba que las plantaciones forestales cubren una superficie equivalente al 17,2% del total de bosques del país”.

¿CULPABLES?

Señala el reportaje: “Los dueños detrás del negocio son los grupos Angelini (Arauco) y Matte (CMPC), que acostumbran controlar más del 75% de las exportaciones de celulosa. Matte es responsable de las colusiones en el papel higiénico y en los pañales y dueña del Centro de Estudios Públicos (CEP); la familia Angelini, dueña de Bosques Arauco, que contaminaron el santuario Río Cruces en Valdivia, las localidades de Iloca y Licantén con derrames y han dividido a la comunidad de Mehuín en su proyecto de un ducto para tirar sus residuos industriales al mar”.

T/Redacción CO/ElCiudadano.cl
F/EFE