Los ataques diarios con coches bomba continúan cercenando la vida de los iraquíes e infunden el caos y el temor en la población civil. Al menos 15 personas han perdido la vida este jueves a consecuencia del estallido de un camión bomba en el norte del país.
El incidente ha tenido lugar en una zona residencial llamada Al-Muwafaqiya, un pueblo en el este de la provincia norteña de Mosul, la explosión ha causado heridas en más de 50 personas, según funcionarios iraquíes.
A pesar de que hasta el momento ningún grupo o individuo se ha atribuido la responsabilidad de este atentado, se sospecha la autoría de Al-Qaeda en el ataque, por las características del mismo y su involucramiento generalizado en este tipo de fatalidades.
El atentado de hoy jueves en la región habitada sobre todo por kurdos tiene lugar después de que el pasado martes decenas de iraquíes murieron debido a la explosión de una bomba dirigida contra los musulmanes al término de la oración inicial del Eid al-Adha (la fiesta musulmana del sacrificio) en la ciudad de Kirkuk.
El país medio oriental está experimentando la peor ola de violencia en los últimos años. Según la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para Irak (UNAMI, por sus siglas en inglés), casi 6 mil iraquíes han muerto y más de 14 mil fueron heridos entre enero y septiembre de 2013.