Según un estudio del Instituto de Investigación de Terremotos de la Tokyo University, existe un 70 por ciento de posibilidades de que un sismo de magnitud 7 golpee en los próximos 4 años Tokio y su área metropolitana de 35 millones de personas.
El análisis interpreta que la actividad telúrica cambió desde el sismo y tsunami de marzo de 2011. El Centro de Promoción de Investigaciones de Terremotos (una agencia gubernamental) estimó una fuerte sacudida sobre la capital en 30 años con una probabilidad del 70 por ciento.
El estudio identifica la parte sur del área metropolitana como la más riesgosa: si un sismo de magnitud 7 es probable al 70 por ciento para 2016, es casi seguro (en un 98 por ciento) que pueda verificarse en 30 años.
Las proyecciones se basan sobre la actividad telúrica aumentada en la zona tras el sismo de magnitud 9, el más potente jamás registrado en Japón, que el 11 de marzo desencadenó un tsunami devastador y causó cerca de 20.000 muertos y desaparecidos.
Según los datos del Japan Meteorological Agency (Jma), después del desastre del año pasado, los terremotos con una magnitud de entre 3 y 6 grados se verificaron en un promedio de 1,48 veces al día en el área metropolitana de la capital desde el 11 de marzo hasta el 31 de diciembre, casi 5 veces las mediciones precedentes.