La Liga Árabe podría revisar las sanciones que impuso contra Siria, si el gobierno del presidente Bashar Al Assad ratifica el plan para superar la crisis que vive el país, pese a que el Ejecutivo ya había aceptado la llegada de observadores internacionales, uno de los puntos estipulados en la propuesta.
Esta postura fue transmitida a través de una carta por el secretario general del organismo, Nabil Elaraby, al canciller sirio, Walid Al Mualem.
Anteriormente, el ministro sirio había calificado las sanciones contra su país como una «declaración de guerra económica».
Elaraby indicó en la misiva que la Liga Árabe podría hacer «una revisión de todas las medidas adoptadas por el Consejo de Ministros de la Liga», reseñó la agencia de noticias Mena.
El organismo panárabe aprobó un paquete de sanciones contra Siria, rechazado por Líbano, que incluye la congelación de los activos sirios en los países árabes, la ruptura de las relaciones con el Banco Central de Siria y la paralización de las inversiones árabes en la nación.
Frente a las medidas punitivas, el canciller sirio afirmó que la Liga Árabe infringe su estatuto «y busca la intervención extranjera» en el país.
Por su parte, el ministro sirio de Economía, Muammad Al Shaar, expresó que las sanciones «además de golpear» a la ciudadanía, «dañarán a cualquier ciudadano árabe» que se encuentre en la nación.
Mientras tanto, cientos de miles de sirios tomaron nuevamente las calles del país para rechazar la postura de la Liga Árabe y apoyar al presidente Al Assad y su política de reformas impulsada desde que comenzaron las protestas opositoras en marzo pasado.
El gobierno de Damasco viene denunciando la presencia en Siria de grupos terroristas, financiados por potencias extranjeras.
Hasta el momento, las fuerzas de seguridad sirias han decomisado cientos de armas que ingresan de forma ilegal al país y arrestado a decenas de personas que confesaron ser responsables por el asesinato de civiles, soldados y policías.