Más de un millón de pasajeros del área metropolitana de Buenos Aires se vio afectado este miércoles por piquetes y protestas sindicales que impidieron el desempeño de los servicios de diferentes líneas ferroviarias, informaron fuentes oficiales.
En la madrugada de este miércoles, la Asociación del Personal de Dirección de Ferrocarriles Argentinos (Apdfa) comenzó un paro en varias líneas del cinturón urbano de la capital argentina para reclamar la continuidad de los servicios en la provincia de Buenos Aires, cancelados en junio pasado por razones de seguridad ante el deterioro de la infraestructura.
También para exigir el encuadramiento gremial del personal jerárquico y rechazar 15 despidos producidos en el sector.
Según informó el Ministerio de Transporte en un comunicado, se trató de la “acción ilegal” de grupos de personas que cortaron las vías con piquetes y bloquearon la salida de los trenes de los talleres, impidiendo el “normal desempeño” de sus tareas a un 97 % de los trabajadores de Trenes Argentinos “que sí asistieron a sus puestos de trabajo”.
Las interrupciones y demoras se produjeron durante las primeras horas de la mañana, y según la cartera “constituyen delitos” y fueron denunciadas penalmente por Trenes Argentinos -Operadora Ferroviaria del Estado- ante la Justicia.
El presidente argentino, Mauricio Macri, criticó hoy en un acto el paro y consideró que esa medida de fuerza “es no entender hacia dónde va la Argentina” y pidió ser “responsables y solidarios” a quienes conducen gremios y empresas en un momento en el que hay “mucho por mejorar” en transporte de carga y de pasajeros.
“Por un conflicto con un pequeño gremio de los trenes de carga se paró por varias horas todo el transporte de pasajeros y eso es no entender hacia dónde va la Argentina”, expresó Macri.