La construcción de la primera línea del Metro de Quito comenzará en el segundo semestre de este año y terminará el 2016, con 15 estaciones distribuidas a lo largo de 23 kilómetros, informó este domingo una autoridad del municipio capitalino.
La obra demanda una inversión de mil 400 millones de dólares, de los cuales 700 millones los aportará el gobierno central y el resto serán préstamos de los bancos Europeo de Inversión, Interamericano de Desarrollo, y la Corporación Andina de Fomento.
Según dijo Edgar Jácome, gerente de la Unidad de Negocios Metro de Quito a la agencia pública Andes, el tren subterráneo demorará 34 minutos desde el sureño Quitumbe hasta el Labrador, cerca del actual aeropuerto, en el norte de la ciudad.
Estas serán las dos terminales centrales del sistema en su primera línea, en la cual esperan recibir unas 400 mil personas por día para el trayecto entre las terminales extremas del norte y sur de esta urbe capitalina de más de 40 kilómetros de largo.
Quito, una típica capital suramericana que ha superado el millón 600 mil habitantes y soporta flujos migratorios del resto del país, tiene un crecimiento acelerado en edificios y el parque automotor colapsa sus vías. Su topografía enclavada en un valle interandino largo y estrecho a casi tres mil metros de altura la convierte en una ciudad especialmente problemática para la movilidad, pues sólo tiene un ancho que va de siete a cuatro kilómetros en su parte más angosta.
Por la ciudad circulan diariamente unos 450 mil autos, dos mil 40 ómnibus de transporte urbano, 113 ómnibus alimentadores del Trolebús, que es el eje central, 74 ómnibus articulados ecológicos en el eje occidental, y 120 por el eje oriental.
En promedio, cada pasajero utiliza tres viajes en ómnibus diariamente y en la ciudad se movilizan 2,2 millones de personas cada día.
El corazón de la ciudad, la parte financiera que se ubica en el centro-norte, convulsiona, y circular 20 kilómetros puede demorar más de 40 minutos, explican los ejecutores de este proyecto que comenzará a perforar los túneles bajo las vías principales en los próximos meses.