Al estilo más conservador de la fallecida Margaret Thatcher, el ministro británico de Defensa, Michael Fallon, arremetió hoy contra los inmigrantes, a quienes acusó de «empantanar» las ciudades del país y ponerlas bajo asedio. Para Fallon, es necesario introducir límites a las facilidades sociales que podrían brindarse a inmigrantes y trabajadores foráneos, en una escalada de un discurso cada vez más xenófobo de los conservadores británicos, destaca el diario The Guardian.
Las declaraciones del titular de Defensa coinciden con la campaña para las elecciones en los distritos de Rechester y Strood, previstas para noviembre próximo, donde el gobernante Partido Conservador teme una derrota.
Fuentes del ejecutivo indicaron que el primer ministro, David Cameron, propondrá cambios en el régimen de libre circulación de la fuerza laboral en la Unión Europea (UE), algo que rechaza completamente la canciller federal alemana, Angela Merkel.
Cameron podría llevar las restricciones de movimiento de los foráneos en el Reino Unido a las negociaciones con la UE sobre la recuperación de prerrogativas para controlar directamente la frontera exterior, destaca el rotativo.
Por su lado, el ministro de Medio Ambiente, el liberal-demócrata Edward Davey, criticó las declaraciones de Fallon y afirmó que cuando se habla de inmigración es necesario tener mucho cuidado con los términos a emplear.
Todo ello ocurre, después de la dura reacción de Cameron ante el reciente pedido de la Comisión Europea para que el Reino Unido pague dos mil 100 millones de euros extra a ese órgano, en correspondencia con sus avances económicos de los últimos años.
El jefe de Gobierno británico consideró que la citada petición pone a su país más cerca aún de la puerta de salida de la UE.
Ante el auge del ultranacionalista, euroescéptico y antiinmigrante Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), los conservadores (tories) radicalizaron su discurso contra los extranjeros y las instituciones del bloque comunitario.
En enero del pasado año, Cameron anunció un referendo para mediados de 2017 sobre la permanencia o salida del Reino Unido de la UE, esta última una de las premisas defendidas por el UKIP que resultó el más votado en los comicios europeos de mayo último.
Una de las principales preocupaciones de los tories es que el UKIP se nutre del electorado conservador.