El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, señaló este miércoles que el Gobierno de Hugo Chávez ha sido un colaborador en la lucha antiterrorista, por lo que aseguró que el enemigo de España «no es Venezuela, sino ETA».
«Lo que queremos es derrotar a ETA. El enemigo no es Venezuela, el enemigo es ETA. Estamos dispuestos a trabajar con todos los países terceros y países como Venezuela para derrotar a ETA. Y lo lograremos con esfuerzos diplomáticos y policiales», aseguró el ministro.
Estas declaraciones las hizo Moratinos tras responder al portavoz del Partido Popular en la comisión de Exteriores del Congreso de España, Gustavo de Arístegui, quien insistió en la tesis que sostiene la derecha española de involucrar a Venezuela en los asuntos de la ETA.
Moratinos valoró la contribución del presidente Hugo Chávez y de su gobierno, tras el auto del juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, en el que denunció indicios sobre una supuesta colaboración venezolana con ETA y las Fuerzas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Según el magistrado, Venezuela supuestamente favoreció una alianza entre el grupo Vasco y las FARC, lo cual fue rechazado por completo por el Gobierno venezolano.
Moratinos remarcó que las autoridades venezolanas trabajan con la justicia y la policía de la nación europea, una vez que se les remitió el auto del juez de la Audiencia Nacional.
Como muestra de esa colaboración mencionó la visita realizada este martes a Madrid (capital) por el vicecanciller venezolano para Europa, Temir Porras.
Fuentes de la embajada de Venezuela en España señalaron que Porras se reunió con funcionarios de los ministerios españoles de Asuntos Exteriores, del Interior y de Justicia, así como con todos los parlamentarios del país europeo.
Los Gobiernos de España y Venezuela emitieron el pasado 6 de marzo un comunicado en conjunto con el que ponen punto final al tenso cruce de declaraciones tras la acusación del juez sobre supuestos nexos de cooperación entre la nación sudamericana y el movimiento vasco ETA.
Ambos Estados expresaron su voluntad de profundizar su «relación amistosa y fructífera, basada en todos los ámbitos, incluyendo el de la lucha antiterrorista».
La acusación formó parte de una campaña mediática contra Venezuela, que le prosiguió con un roce diplomático entre ambos gobiernos.