Este 24 de julio cuando se cumplen 233 años del natalicio del Libertador Simón Bolívar, en diferentes ciudades del mundo se realizan actos conmemorativos en honor a quien dedicó su vida por la emancipación de América frente al colonialismo español que imperaba entonces, y a la materialización de su sueño de lograr la integración de los pueblos.
Asimismo, en esos eventos se celebran los 193 años de la Batalla Naval del Lago y el Día de la Armada Nacional.
Entre las ciudades en que se efectuaron actos conmemorativos destaca Lisboa, Portugal; Toronto Canadá; Montevideo, Uruguay; Bucaramanga, Colombia, así como en Dominica y Panamá, donde se colocaron ofrenda florales y se entonaron las notas del Himno Nacional: Gloria al Bravo Pueblo.
La información fue publicada por el Ministerio para Relaciones Exteriores, a través de la cuenta oficial en Twitter @vencancillería.
El 24 de julio de 1783 nació en la ciudad de Caracas El Libertador. Fue bautizado por sus padres Juan Vicente Bolívar y Ponte y doña María de la Concepción Palacios y Blanco con el nombre de Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios y Blanco.
Vivió los primeros años de su vida bajo el cuidado especial de la Negra Matea y tuvo grandes maestros como Andrés Bello, José Antonio Negrete, Guillermo Pelgrón, el padre Francisco Andújar, pero quien mayor infuencia ejerció sobre su formación en los años iniciales fue Simón Rodríguez.
A los 14 años ingresó al batallón de milicias de blancos voluntarios de los valles de Aragua. Un año más tarde se graduó de subteniente, con la calificación de sobresaliente en aplicación.
El 19 de enero de 1799 viajó a Madrid, España, donde conoció a María Teresa Rodríguez del Toro y Alaiza, con quien se casó el 26 de mayo de 1802. Inmediatamente después de la boda viajaron a Venezuela; pero ocho meses después, María Teresa muere en Caracas.
Bolívar es considerado por sus acciones e ideas como el Hombre de América. En vida tuvo como valor fundamental la unión de los pueblos americanos y dar fin a las cadenas opresoras que mantenía el poder español.
En agosto de 1805, en su paso por Europa, El Libertador de la patria pronunció aquel recordado juramento del Monte Sacro, el cual cumplió al pie de la letra: «Juro delante de usted, juro por el Dios de mis padres, juro por ellos, juro por mi honor y juro por mi patria, que no daré descanso a mi brazo, ni reposo a mi alma, hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español».
Su gesta independentista logró libertar a Venezuela, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Panamá. En 1813 le fue conferido el título de El Libertador.