El gobierno de Nicaragua anunció su rechazó a la intromisión de Estados Unidos (EE.UU) en las próximas elecciones presidenciales de la nación centroamericana, situación que recibió este jueves una amplia cobertura de prensa.
El canciller Samuel Santos denegó la solicitud del gobierno norteamericano de acreditar a funcionarios de su embajada en el país como observadores electorales.
“Washington no debe inmiscuirse en asuntos internos del país, alguien se equivocó con ese pedido de autorización para venir a supervisar los comicios nacionales pues esa tarea es para otra gente”, declaró el funcionario.
El ministro de Relaciones Exteriores recordó que la Convención de Viena establece que los diplomáticos no pueden inmiscuirse en asuntos internos del país donde tienen presencia.
Una embajada tiene que actuar conforme a las normas de la diplomacia internacional, enfatizó.
Santos aseguró que en el proceso todo marcha muy bien, en calma y con orden.
La misión diplomática estadounidense solicitó a la Cancillería el pasado 12 de septiembre , su inscripción como observador electoral para gozar de acceso a los centros de votación, entre otras garantías. Sin embargo, el presidente del Consejo Supremo Electoral, Roberto Rivas, consideró fuera de lugar la petición.
Unos 3.4 millones de nicaragüenses acudirán a las urnas para elegir presidente, vicepresidente, 90 diputados de la Asamblea Nacional y 20 legisladores del Parlamento Centroamericano.