La ola de atentados que sacudió este lunes a Bagdad y otras ciudades causaron la muerte a 36 personas y heridas a casi dos centenares, según nuevos recuentos oficiales.
Sólo en Bagdad fueron detonados seis vehículos cargados de explosivos, con 11 muertos y 50 heridos, en lo que tiene todos los indicios de una campaña de terror para obstaculizar los comicios para Consejos Provinciales programados para el 20 de abril.
De acuerdo con reportes actualizados, unas 200 personas han sido heridas por los atentados, que aún no tienen autores reconocidos, pero que se adjudican de antemano a Estado Islámico de Irak y otras entidades vinculadas a la red Al Qaeda.
Además de esta capital, las ciudades septentrionales de Baquba, Kirkuk, Tuz Khurmatu y Tikrit; Samarra, en el centro, y Hilla y Nasiriyah, en el sur, fueron escenarios de acciones similares, según precisiones de fuentes oficiales.
Las explosiones en Tuz Khurmatu, que dejaron ocho muertos, adquirieron ribetes apocalípticos, ya que fueron tres con pocos minutos de diferencia, lo que provocó el pánico de la población.
La relación de víctimas fatales en Bagdad ascendió a 11, el número más alto, seguida de Tuz Khurmatu, donde murieron seis y otras cinco en Kirkuk, la ciudad norteña objeto de disputa entre las autoridades de la autonomía kurda y el Gobierno del primer ministro Nuri al Maliki.
La víspera los ataques contra aspirantes en las elecciones provinciales iraquíes de esta semana causaron 10 víctimas fatales, seis de ellos militares, comunicó una fuente oficial hoy, poco antes de darse a conocer la nueva oleada de explosiones.
En Diyala, al noreste de esta capital, el candidato Najm el Harbi murió el domingo junto a dos de sus hermanos y un guardaespaldas cuando un ingenio explosivo artesanal estalló al borde la carretera por la cual transitaba.
El día anterior, otro aspirante, identificado como Mohamed al Dulaimi, fue ultimado a balazos en la provincia norteña de Salaheddin, localizada al norte de esta capital.
En un hecho separado, cinco militares murieron por una explosión cuando recuperaban el cadáver de un oficial de la Policía acribillado a balazos en la ciudad septentrional de Mosul, escenario de frecuentes atentados y ataques.
Según estadísticas oficiales, en marzo pasado 271 personas murieron en atentados y ataques armados en este país del Medio Oriente, devenido uno de los más inseguros del mundo tras la invasión y ocupación por Estados Unidos en 2003 bajo el pretexto de la existencia de armas de destrucción masiva que nunca fueron encontradas.
Parte de las tropas estadounidenses de ocupación fueron retiradas a principios del año pasado, pero las secuelas de la invasión, en especial la lucha por el poder, han desatado una tormenta de pugnas étnicas y confesionales sin precedentes en la antigua Mesopotamia.