El presidente de Yemen, Ali Abdulá Saleh, fue sometido este domingo a una operación en un centro médico de Arabia Saudí, para retirarle las esquirlas que se incurstaron en su pecho tras un ataque perpetrado el pasado viernes contra el palacio de Gobierno, donde se encontraba el Mandatario y varios de sus ministros, informó a Reuters una fuente médica.
Los opositores han interpretado la salida del Presidente como una caída de su Gobierno. Pese a que fuentes oficiales anunciaron que Saleh volvería en unos días, dependiendo de la convalecencia que requieran sus heridas, los manifestantes llenaron las calles de Saná, la capital, proclamando su victoria.
Allí, al menos dos soldados murieron este domingo y otros 15 resultaron heridos por causa de una explosión en un edificio cercano a la plaza Al Tagir, en el que se encontraban milicianos fieles al jeque opositor Sadeq Abdalá al Ahmar, según fuentes policiales y militares
En tanto, el vicepresidente yemení, Abdarabu Mansur Hadi, recibió hoy al embajador de Estados Unidos en Saná, Gerald Feierstein, con quien trató sobre la necesidad de coordinarse para asegurar los servicios principales del país como los de crudo, gas y electricidad, según la agencia oficial de noticias SABA.