Organismos no gubernamentales de México, legisladores y la iglesia católica reclaman un diálogo entre la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y el Gobierno de Enrique Peña Nieto, así como que las autoridades no hagan uso de la fuerza para desalojar los bloqueos carreteros y evitar hechos violentos como el ocurrido en Nochixtlán, Oaxaca, el 19 de junio pasado, que dejó un saldo de ocho muertos y decenas de heridos.
Los diputados del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) Emilio Álvarez y Guillermo Santiago expresaron su preocupación por el anuncio del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, de que se agotó el tiempo respecto a las movilizaciones de la CNTE, opuesta a la reforma educativa, refiere Telesur.
También coincidieron en este punto los senadores del Partido de la Revolución Democrática, Alejandro Encinas, Angélica de la Peña y Zoé Robledo, y Layda Sansores, del Partido del Trabajo, para quienes la represión puede atizar aún más el conflicto.
Sansores comentó: «Se trata de una bomba de tiempo porque los maestros de Oaxaca y de Chiapas no están solos. Como en Nochixtlán, el pueblo va a salir a defenderlos si el gobierno federal envía al Ejército y a la Policía Federal a desalojarlos».
Mientras, Encinas se pronunció por un diálogo verdadero, que ponga en la mesa la necesidad de una reforma de la reforma educativa, que elimine las medidas punitivas.
La CNTE ha dicho que se mantendrá en las calles hasta alcanzar acuerdos con el gobierno de Peña Nieto, cuya gestión promueve una denominada reforma educativa que ha sido denunciada como un mecanismo privatizador, de exclusión y de control político y laboral de los maestros.