El papa Francisco condenó el viernes «la violencia brutal» del grupo terrorista EIIL o Estado Islámico (Daesh, en árabe) en Irak y Siria, además de llamar a «un gran esfuerzo común» para poner fin al extremismo en el mundo.
«Un grupo extremista y fundamentalista ha sometido a comunidades enteras en Irak y Siria a una violencia brutal, simplemente por su identidad étnica y religiosa», denunció Francisco en declaraciones ante el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, en Ankara, capital turca.
El pontífice lamentó que debido a los crímenes de lesa humanidad perpetrados por Daesh, cientos de miles de personas se hayan visto obligadas a abandonar sus viviendas para sobrevivir.
En este contexto, calificó de «lícita» la lucha contra el terrorismo, sin embargo, puso hincapié en que en este camino es menester respetar el derecho internacional y no olvidar que no se puede resolver este problema con «mera respuesta militar».
«Es necesario un gran esfuerzo común, fundado en la confianza mutua, que haga posible una paz duradera y consienta destinar los recursos, finalmente, no a las armas, sino a las verdaderas luchas dignas del hombre», puntualizó.
Finalmente, defendió la necesidad de entablar un mayor diálogo entre todas las religiones y creencias para acabar con el fundamentalismo.
Por su parte, Erdogan censuró la creciente ola de islamofobia en los países occidentales para mostrar a los musulmanes como terroristas, mientras que en realidad ellos son las primeras víctimas del terrorismo y extremismo.
EIIL, con miles de integrantes extranjeros, opera actualmente en Irak y Siria, y comete crímenes de lesa humanidad contra todos los grupos étnicos y religiosos, incluidos chiíes, suníes, kurdos y cristianos.