El papa Francisco pidió este lunes al mundo no permanecer mudo y pasivo ante los crímenes que se comenten contra los cristianos en diversas partes del planeta, lo que consideró una violación de los derechos humanos.
Ante miles de personas congregadas en la plaza San Pedro, del Vaticano, el Sumo Pontífice recordó a los tantos perseguidos, exiliados, asesinados, decapitados, por el solo hecho de ser cristianos.
Aseveró que ellos son los mártires de hoy y son muchos, incluso más numerosos que en los primeros siglos.
«Pido que la comunidad internacional no permanezca muda e inerte frente a tales inaceptables crímenes, que constituyen una preocupante violación de los derechos humanos fundamentales», sostuvo.
El Papa ha hecho énfasis en los últimos días en el tema, principalmente tras la matanza ocurrida en una universidad de Kenya en la cual murieron 150 personas.
Allí los atacantes separaron a los musulmanes de los no musulmanes, a los primeros los dejaron libres y a los segundos los ejecutaron.
Hace pocos días, Francisco aseveró que ciertamente los cristianos no son los únicos que sufren la violencia, «pero no se puede ignorar que en muchos países ellos son las víctimas designadas y más frecuentes».