Partidos políticos de Brasil repudiaron los intentos de sectores de derecha de desestabilizar a la nación suramericana y acabar con el gobierno legítimo de la presidenta Dilma Rousseff.
Las organizaciones Comunista do Brasil y el Partido de los Trabajadores rechazaron los llamados de dirigentes de la Social Demócrata de iniciar un juicio político contra Rousseff para separarla de la Presidencia de la República.
A través de un comunicado, reseñado por la agencia Prensa Latina, la agrupación Comunista do Brasil destaca que no hay evidencias ni argumentos para separar a Rousseff de su segunda mandato, por lo que llaman a la población a una movilización nacional en defensa de la democracia.
«Sin base legal alguna, la derecha neoliberal, con el apoyo de los medios de comunicación, amplifica su ambición de recuperar el gobierno a cualquier precio, y con este objetivo comenzó a pisotear las instituciones democráticas», indica el documento.
En el texto también se recuerda que la Procuraduría General de la República y el Supremo Tribunal Federal aclararon anteriormente, que no hay vínculos de la jefa de Estado brasilero con el escándalo de corrupción en la estatal petrolera Petrobras.
El esquema de corrupción en Petrobras movilizó en términos de lavado de dinero y sobrefacturación unos 10 mil millones de reales (3.850 millones de dólares) en obras y contratos de la petrolera.
En diciembre pasado, la presidenta Rousseff pidió castigo para los involucrados en el caso y enfatizó que en su país “no hay intocables”.
Por su parte, el líder del Partido de los Trabajadores, Rui Falcoa, alertó sobre los intentos del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) de querer derrocar a la Presidenta del país, luego de perder las elecciones a finales del año pasado.
Militantes de partidos políticos, grupos sociales, gremios y pastores también rechazaron las repetidas tentativas de la oposición y de medios de comunicación de buscar, a través de maniobras ilegales, poner fin a la democracia en Brasil.