En su primera visita oficial a Europa, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, subrayó como fundamental la existencia de coordinación política entre los países para evitar otra recesión de la economía global.
La mandatario también puso a disposición la cooperación de Brasil para ayudar a las naciones de la Unión Europea (UE), que se encuentran en una frágil situación financiera.
Luego de reunirse con autoridades del Consejo Europeo y de la Comisión Europea, Rousseff afirmó que la raíz de los actuales problemas radica en la ausencia de una regulación efectiva en el sistema financiero mundial, reseñó Prensa Latina.
“La salida de la crisis será posible si estimulamos el crecimiento económico”, expresó la Jefa de Estado.
Rousseff alertó que Europa corre los riesgos de un ajuste fiscal recesivo, en tanto recordó que ese tipo de planes aplicados en Brasil en la década del 80 sólo profundizaron el estancamiento del país.
“Por experiencia propia, un aumento de medidas de austeridad equivale a más desempleo y desigualdad social”, aseguró.
En la actualidad, Grecia, Portugal, Irlanda, España e Italia aplican medidas de ajuste que afectan profundamente sectores como educación y salud, además de acrecentar el desempleo.
Rousseff también afirmó que la Unión Europea puede contar con Brasil para salir de la crisis, por lo cual en el encuentro con dirigentes de la región acordaron en avanzar en las negociaciones con el Mercado Común del Sur (Mercosur).
Las reuniones entre la mandataria brasileña y las autoridades de la Eurozona se desarrollaron en Bruselas.