Blake Richards, parlamentario ultraconservador, propuso en la Cámara de los Comunes (cámara baja del parlamento canadiense) un proyecto legal para condenar a cinco años de prisión a los manifestantes que usen máscaras, las mismas utilizadas por el movimiento de indignados de Alaska en contra de la inequidad del sistema capitalista.
La normal legal es apoyada plenamente por varios directivos policiales pertenecientes a las principales ciudades de Canadá, quienes aplaudieron la iniciativa como un «plan oportuno y adecuado», divulgó un reporte de la cadena CBC News reseñado por la agencia Prensa Latina.
Desafiando temperaturas inferiores a cero grados, grupos de indignados mantienen jornadas de protestas en Anchorage y Fairbanks, dos de las ciudades más grandes de Alaska, en apoyo al Movimiento Ocupemos Wall Street, iniciado el pasado 17 de septiembre en Nueva York, Estados Unidos.
Este grupo de indignados ha utilizado en reiteradas ocasiones, al igual que otros manifestantes y activistas de derechos humanos, antifaces (máscaras) para protegerse ante los efectos del gas lacrimógeno lanzado por los policías y para ridiculizar a personajes del gobierno canadiense.
Natalie Des Rosiers, vocera de la Asociación de Libertades Civiles de Canadá, alertó que la propuesta de Richards podría cambiar para mal «las características del código penal nacional y no define las excusas lícitas bajo las cuales manifestantes pueden usar caretas», publicó la agencia The Canadian Press.