Minimizando los pactos que intenta alcanzar Pedro Sánchez|Rajoy tilda de broma un posible gobierno sin su figura

El presidente del Gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, consideró este miércoles una broma la posibilidad de la formación de un ejecutivo sin su participación, en una lectura muy personal de los resultados de las pasadas elecciones.

Rajoy insistió una vez más en su propuesta de encabezar un gobierno de coalición con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y la agrupación de centroderecha Ciudadanos (C’s), idea lanzada sin éxito, tras los comicios del pasado 20 de diciembre.

Pese a ganar las elecciones generales, el Partido Popular (PP) obtuvo 123 escaños en el Congreso de los Diputados, lejos de los 176 establecidos como mayoría absoluta para mantenerse en el poder.

La falta de esa necesaria hegemonía en la Cámara baja obligó en dos ocasiones al gobernante a declinar someterse a una investidura por falta de apoyos, misión que el rey Felipe VI delegó finalmente en el líder del PSOE, Pedro Sánchez, hace ocho días.

Aunque sus 90 bancas y sus líneas de respaldo no permiten descartar una nueva cita con las urnas, Sánchez se dio a la tarea de buscar una compleja alianza con C’s y la formación de centroizquierda Podemos, estas dos últimas con diferencias aparentemente insalvables.

«Conviene que en el futuro se haga un gobierno sensato y razonable, y no una broma, que es lo que están apoyando algunos con unas enormes dosis de irresponsabilidad», enfatizó Rajoy durante una reunión con su grupo en el Senado.

Advirtió que la negativa de los socialistas a su oferta conduciría a la conformación de un ejecutivo del PSOE con «populistas y separatistas», calificativos utilizados por el PP para desacreditar a Podemos y a los partidos independentistas catalanes.

Con su particular lectura minimizó los pactos que intenta alcanzar Sánchez, bien sea con C’s (sumarían 130 escaños, contando los 40 de Ciudadanos), bien con Podemos, que en una hipotética alianza con el PSOE reunirían 159 diputados, teniendo en cuenta los 69 del partido emergente.

El jefe del Ejecutivo saliente reconoció que la aritmética puede propiciar la investidura del secretario general de los socialistas, pero la «falta de coherencia de quienes la apoyarán, las discrepancias ideológicas y los intereses dispares» haría imposible que pudiera gobernar.

Además, Rajoy consideró irresponsable que en el documento de negociación presentado a varios partidos, el PSOE no defienda expresamente la unidad de España ni muestre con claridad su rechazo al derecho de autodeterminación.

Según su criterio, sorprende la omisión del problema más importante del país en estos momentos, que para el PP es el proyecto secesionista de Cataluña.

T/Prensa Latina
F/Archivo