El presidente de Cataluña, Artur Mas, ratificó este viernes la decisión de convocar una consulta para llevar adelante su proyecto de separación de España, tras las elecciones del próximo domingo en esa comunidad autónoma.
A dos días de los comicios, el mandatario regional y candidato a la reelección por el partido Convergencia y Unión (CyU, derecha nacionalista) volvió a pedir a los votantes una «mayoría excepcional» para impulsar el proceso hacia la independencia de esa región.
Entrevistado en el programa Los Desayunos, de Televisión Española, Mas explicó que el primer paso hacia un Estado propio será hablar con el Gobierno de Mariano Rajoy, del conservador Partido Popular (PP), para acordar un referendo dentro de la legalidad.
Insistió en la necesidad de que CyU obtenga una mayoría absoluta para poder seguir con el camino hacia el «soberanismo».
Voy a intentar sacar adelante este proyecto, evidentemente, no es lo mismo sacarlo con un gobierno con mucha fuerza o con uno más débil, enfatizó, tras añadir que la gran mayoría asegura y da mucho peso al «proceso soberanista».
Aclaró, sin embargo, que con mayoría o sin ella buscará pactos en el Parlamento catalán para asegurar la consulta y convocará a todos los partidos, incluso a aquellos que no apuestan por este camino, en alusión a su reivindicación secesionista.
«Nuestro primer intento será acordar con el Gobierno español la realización de un referéndum con vinculación política, como el antecedente de Reino Unido y Escocia», subrayó Mas, quien parte como favorito en todos los sondeos, aunque por debajo de los 68 escaños (la mayoría absoluta).
El presidente de la Generalitat (Ejecutivo catalán) acusó al Palacio de la Moncloa (sede del poder central) de estar manipulando para alterar los resultados de las elecciones del venidero domingo.
Se refirió al supuesto borrador publicado en el diario El Mundo que le acusa de cobrar comisiones ilegales de empresas y tener cuentas en Suiza.
Al respecto señaló que «como no se puede ganar por medios democráticos se ataca a quien encabeza este proyecto soberanista para intentar abortarlo», en una clara acusación contra el PP.
Denunció que esta ha sido la campaña electoral más dura, pero sobre todo la más sucia, en referencia a las informaciones que le atribuyen presuntos actos de corrupción.
Mas negó haber presentado el debate de la independencia para esconder los duros recortes sociales y laborales emprendidos por su administración en los últimos dos años.
Justificó sus medidas de ajuste a la estrategia del Ejecutivo de Rajoy de «apretar» a las autonomías en sectores como la sanidad, la educación y los servicios sociales, en una relación que calificó de poco equilibrada.
El político nacionalista decidió en septiembre último adelantar en dos años las elecciones autonómicas, después del auge independentista en las calles y de que sus demandas de más autonomía fiscal fueran rechazadas por el Gobierno central del PP.
La coalición Izquierda Unida (IU) acusó a la derecha española y catalana de agitar el sentimiento separatista en Cataluña para ocultar su mala gestión frente a la crisis económica que sufre este país europeo.
Para IU, el debate independentista en la citada autonomía es absolutamente falso, y aseguró que la inmensa mayoría de los catalanes no desea la autodeterminación, sino que los políticos propongan soluciones para mejorar sus condiciones de vida.