La policía china detuvo en Shanghai 160 delincuentes que operaban clínicas ficticias que cobraban a sus víctimas altas tarifas por consultas, además de vender los medicamentos a sobreprecio, se informó hoy.
Los detalles de la redada policiaca indican que la banda engañó a unas 500 personas que habían acudido a cuatro centros médicos, que recaudaron unos 273 mil dólares con esas prácticas ilegales.
Los pacientes recibían numerosas prescripciones de médicos sin calificación y adquirían a precios exorbitados las medicinas en el mismo lugar, en ocasiones 10 veces por encima de su costo real.
La policía comenzó esta operación el 2 de abril después de siete meses de investigaciones y allanó las viviendas de los sospechosos en toda la ciudad de Shanghai con una fuerza de 600 agentes del orden, quienes decomisaron gran cantidad de medicamentos.
La prensa china denunció que las maniobras ilícitas en la salud pública están dirigidas fundamentalmente a migrantes que acuden a las grandes ciudades para recibir tratamiento médico.
La noticia fue antecedida ayer con el anuncio de que la policía de Zhenjiang y Henan habían incautado dispositivos médicos y condones falsificados valorados en varios millones de dólares, luego de investigaciones realizadas por la Administración de Drogas y Alimentos de China.
Esas operaciones condujeron al arresto en Zhejiang de 20 sospechosos de producir y vender imitaciones de condones Durex y la confiscación de 1,61 millones de preservativos valorados en 5,62 millones de dólares, y 19 detenidos en Henan por la venta de dispositivos médicos falsificados.