La reelección del presidente estadounidense, Barack Obama, avivó las esperanzas de Japón respecto a cuestiones clave en la política exterior de Tokio, según se deriva de reacciones del Ministerio de Exteriores.
Un vocero de la entidad de la diplomacia nipona reveló las aspiraciones, que se cifran durante el segundo mandato del mandatario norteamericano, entre ellas una continuidad al fortalecimiento de la alianza con el país del Sol Naciente y de considerar básica la política estadounidense hacia el continente asiático.
Hay temas pendientes entre Washington y Tokio respecto al traslado de la base estadounidense de Okinawa, los vuelos de prueba de los aviones norteamericanos Osprey sobre territorio japonés y al diferendo por la soberanía de islas entre Japón y China, según medios de prensa.
También se incluye la solicitud del gobierno nipón a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos para que adopte medidas rigurosas contra los militares protagonistas de delitos en territorio japonés.